Los Muffins: La pieza de bollería más trendy

muffins variados

El parecido entre una magdalena o un cupcake y un muffin empieza y termina en el papel que lo recubre y, a veces, ni siquiera eso. Las diferencias no sólo están en el tamaño, el sabor, la preparación o la forma, van más allá. Conoce las 10 diferencias fundamentales de la mano de Moncho López, alma máter de Levadura Madre, quien los prepara artesanalmente en su obrador prácticamente a diario.

Semillas de amapola y limón natural  en Levadura Madre

Los muffins tienen una larga historia a sus espaldas. Ya las primeras recetas escritas datan del  siglo XIX y provienen de la Costa Este estadounidense, desde donde se extendió su fama rápidamente hasta convertirse en uno de los dulces más populares de Estados Unidos. Se calcula que los americanos gastan en muffins más de mil millones de dólares al año y su consumo está tan extendido que incluso tienen un día nacional, el 20 de febrero, y tres estados han elegido su propio muffin oficial

Las razones de su éxito

La masa que sirve de base a los muffins es muy versátil, con un sabor bastante neutro y una textura suave que combina bien con casi cualquier sabor, ya sea dulce o salado, son muy cómodos para comer fuera de casa, tienen el tamaño perfecto para compartir y sobre todo están buenísimos.

Con todo lo dicho anteriormente podemos deducir que el muffin poco tiene que ver con las tradicionales magdalenas, pero por si queda alguna duda, aquí van las 10 diferencias que Moncho López de Levadura Madre, nos señala como las más destacadas:

  1. “Quizás lo más evidente sea el peso. Una magdalena tiene un peso de entre 75 y 90 gramos, mientras que un muffin está entre los 160 y los 185.
  2. La magdalena no tiene sabores. La magdalena sabe a magdalena, mientras que el muffin sí admite una gran variedad de ingredientes. Nosotros, en Levadura Madre por ejemplo, las preparamos de triple chocolate, de manzana, y nuez, de semillas y mermelada de frutas del bosque y de limón con semillas de amapola.
  3. Las magdalenas no se adornan, sólo azúcar en algunas ocasiones, los muffins sí.
  4. Las magdalenas son siempre dulces, los muffins pueden también ser salados.
  5. Las magdalenas no tienen relleno, los muffins pueden inyectarse de todo tipo de cremas, mermeladas…
  6. La magdalena tiene copete, el muffin no. Esto se debe a que la magdalena se hornea con una temperatura de techo alta, lo que provoca una costra durita que se rompe y da la típica forma a la magdalena. El muffin se hornea a con una temperatura más baja, por lo que no rompe y su forma final es más redondeada.
  7. Las magdalenas tradicionales se preparan con aceite de girasol o de oliva, los muffins sin embargo tienen una masa más pesada que se hace con mantequilla.
  8. La masa de las magdalenas es más esponjosa porque se hacen con el huevo muy batido.
  9. La magdalena es seca mientras que el muffins tiene una cierta carga de humedad. Los tiempos de horneado son fundamentales en este bollo porque si nos pasamos pierde ese punto húmedo tan característico y si nos quedamos cortos evidentemente estará crudo.
  10. El último punto tiene que ver con el público que consume cada producto. Las magdalenas las compra un público más tradicional, normalmente para desayunar, mientras que los muffins los pide gente joven, suelen compartirlo y lo toman a cualquier hora: desayuno, media mañana, merienda…”

 

Panaderías de Levadura Madre:

Alcalde Sainz de Baranda 16, Madrid. Tel.: 91 574 49 92

Diego de León 61, Madrid. Tel.: 91 401 42 03

Obrador:

Doce de Octubre, 42, 28009, Madrid. Tel.: 91 426 89 02

www.levaduramadre.es

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