La zona cercana al Mercado de Vallehermoso se ha convertido en uno de los lugares predilectos para los foodies madrileños que buscan lugares originales donde se cuida el producto y se huye de las modas que pueblan otras zonas de la capital. La Franchuteria es un buen ejemplo de este tipo de locales que han florecido a los largo de los últimos años en esta zona de Madrid.
La idea nace hace 5 años, cuando dos buenos amigos, Laura( natural de Grenoble) y Alejandro (nacido en Paris pero de padre portugués y madre extremeña), deciden dejar sus trabajos en multinacionales para dedicarse a lo que realmente les apasiona: la gastronomía entendida como el buen comer y el buen beber. A través de sus visitas a diferentes ferias gastronómicas fueron empapándose de diferentes ideas acerca del tipo de productos que querían ofrecer a sus clientes.
Así es como nace esta coqueta tienda-bar en la que su carta se caracteriza por una cuidada selección de embutidos, patés, vinos, cervezas y refrescos artesanales, tostas, conservas y riquísimos dulces., que pueden consumirse en el local o se pueden llevar a casa gracias a su servicio “Take Away”.
Una de las cosas que más nos ha gustado es su filosofía basada en el cuidado del pequeño productor y en la colaboración con otros comercios de la zona. En este sentido, el pan lo compran en Vanille Bakery Lab, y el té en La Chaiteca
La cuidada selección de vinos franceses y españoles es otra de las señas de identidad de La Franchuteria. Aquí los pequeños productores de ambas regiones vuelven a ser los protagonistas, en una apuesta clara por vinos con la denominación de origen de Madrid , Valencia, Rueda, Castilla y León , Sancerre o Arbois entre otros.
Las cervezas y refrescos artesanales son otros de los productos destacables de su carta. No esperes encontrar Coca-Cola, Fanta o Cerveza Mahou, pero si una amplia selección de bebidas de marcas como La Verbena o La Malferida.
En definitiva, un verdadero paraíso para los amantes de los productos gourmet españoles y franceses que hará las delicias de los sibaritas más exigentes.
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