
En La Guia del Sibarita somos fans absolutos de Candeli y de los hermanos Rivera, quienes llevan liderando la oferta gastronómica de la calle Ponzano. Candeli es para nosotros un templo del producto, siempre muy bien escogido por Francisco y Alberto, y traído desde distintos puntos de España.
Con Riverita han cumplido un deseo: tener su propia taberna y ofrecer un concepto informal, donde el producto siga brillando por la excelencia. Porque a los hermanos les entusiasma el concepto bar. No en vano, al unísono exclaman: «Ni políticos ni toreros, somos taberneros».

En cuanto a la carta, esta está dividida en seis apartados. El primero, Charcutería y chacinas, incluye especialidades de proveedores de reconocido prestigio. Los ibéricos son de Maldonado y de Julián Martín, y la cecina, elaborada con la picaña, es de Cárnicas Lyo. En los Entrantes para no perderse no podían faltar clásicos como la ensaladilla, tomates de proximidad (en esta época, los de Aranjuez están sobresalientes), o anchoas de Santoña con pimientos asados.

Otro de los apartados es Conservas retocadas en casa, sorprendiendo con unas navajas en AOVE y salsa de callos y un berberecho de la ría que sirve con ajoblanco malagueño y almendra rallada.

En los Guisos con fondo el cuchareo tiene enjundia: imperdibles son los callos caseros y su toque picante o las pochas D.O. Navarra con sobrasada, por poner un par de ejemplos.

En el apartado de las Carnes encontramos presentaciones como las albóndigas de vacuno mayor y calamar o un pollo ‘pata negra’ de la Garrotxa en pepitoria. Por su parte, el steak tartar se elabora con la pieza tradicional, el solomillo que, por supuesto, se corta a cuchillo.Se redondea la oferta con los postres, caseros y tradicionales, como el cremoso de arroz con leche o la tarta de queso.

En Riverita no se da ninguna paradoja, y como Francisco y Alberto son sumilleres, la oferta vinícola está bien escogida. Hay vinos de más de 20 zonas o denominaciones de origen españolas, también algunos vinos franceses, por supuesto, perfectamente conservados y servidos a una temperatura perfecta. Respecto al resto de la oferta líquida, como no podía ser de otra manera, en Riverita apuestan por Mahou, la cerveza de Madrid. Y por supuesto, el vermut es de grifo y es de Yzaguirre, como tradicionalmente se ha encontrado en las tabernas madrileñas.
El arquitecto e interiorista Carlos Mayoral firma la remodelación y decoración del local, al que le ha dado un aire de ultramarinos, incluso de mercería antigua o almacén. Las mesas de los comensales son altas y sus tapas de zinc. Sobre la inspiración a la hora de diseñar el interiorismo, Mayoral dice: «Desde el principio, y según me comentaban Paco y Alberto, tuve claro que querían un espacio funcional pero que, a la vez, tuviera reminiscencias del pasado. Por ello me he inspirado en las ya casi extintas tiendas de ultramarinos donde los mostradores eran de madera y las tapas de mármol».

En Riverita el mostrador es de madera reciclada y recuperada de antiguas puertas de Madrid, y su mostrador es de mármol blanco como en los ultramarinos y, también, como eran las carnicerías de antes. De antaño también se han recuperado paredes y suelos envejecidos para dar una atmósfera acogedora y muy castiza.
Taberna Riverita / Calle Ponzano, 31, 28003 Madrid / Reservas en reservas@tabernariverita.es y en el teléfono 917378844 / Horario: de martes a domingo, de 13 a 24 horas; horario de cocina de 13 a 16 horas y de 20 a 24 horas. Cierra los lunes.